Composición de Alfredo Zitarrosa, No puedo recordar el punto de la juventud en que la escuché por primera vez. Es la suma de todas las nostalgias y la elevación a la más egregia hombradía. Más que una milonga uruguaya, es un himno, una oda al carácter; resumidamente, una poesía a recordar.
Cantada es incomparable en la voz de Soledad Bravo
Violín de Becho
Becho toca el violín en la orquesta
Cara de chiquilín sin maestra
Y la orquesta no sirve no tiene
Más que un solo violín que le duele.
Porque a Becho le duelen violines
Que son como su amor, chiquilines
Becho quiere un violín que sea hombre
Que al dolor y al amor no los nombre.
Becho tiene un violín que no ama
Pero siente que el violín lo llama
Por las noches como arrepentido
Vuelve a amar ese triste sonido.
Mariposa marrón de madera
Niño violín que se desespera
Cuando Becho lo toca y se calma
Queda el violín sonando en su alma.
Porque a Becho le duelen violines
Que son como su amor, chiquilines
Becho quiere un violín que sea hombre
Que al dolor y al amor no los nombre.
Vida y muerte, violín padre y madre
Canta el violín y Becho es el aire
Ya no puede tocar en la orquesta
Porque amar y cantar, eso cuesta.
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