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jueves, 15 de agosto de 2024

Las palabras que no se dijeron

Nada rompe tanto los corazones como las palabras que no se dijeron. Los silencios se conjuran para dejar heridas que no se olvidan.
El heraldo del existencialismo idealista, Søren Kierkegaard, afirmó: «La vida solo puede ser comprendida mirando atrás...». Al hacerlo, al buscar comprender el significado del camino andado, nos ensombrece mirar a un pasado lleno de silencios. Los «te quiero» que nos faltaron con los padres, los hijos, los hermanos, los amigos, rompieron sus corazones ayer; rompen el nuestro hoy.
Quizá Dios te esté moviendo a decir a alguien cuánto lo quieres. Le va a hacer mucho bien. «La palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!» (Prov. 15:23). 
Hazlo, y ese «te quiero» perfume tu memoria mañana, porque las palabras que no se dijeron..., qué estelas de sombras dejan al recuerdo.
Rompamos silencios, no corazones.



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