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miércoles, 10 de septiembre de 2025

¿Sabía usted que la única sede diplomática sin costo para Cuba fue su embajada en Israel?

Ricardo Wolf

 

Ricardo Riegel Wolf nació en Hannover, Alemania, en 1887, en el seno de una prominente familia judía que lideraba la vida cúltica de la ciudad y promovía el respeto a la educación y los valores morales. Leopold Wolf, hermano de Ricardo, era maestro y primer cantor de la sinagoga de Halle/Saale [1].

En 1913, poco antes de que se escuchara en Europa el trueno de los cañones que anunciaban el inicio de la Primera Guerra Mundial, Wolf emigró a Cuba [2]. Haría de la pequeña isla del Caribe su segunda patria [3]. Como estudiante de química conoció a la cinco veces campeona barcelonesa de tenis, Francisca Subirana [4], subcampeona mundial, 1920 [5]. En ella vio florecer su amor. Se unieron en matrimonio en 1924 [6] y echaron raíces a la vista del Gran Azul insular, espejo de un cielo cargado para ellos de sueños y esperanzas. Ricardo Wolf incorporó a sus patronímicos el apellido de su esposa y le daría precedencia en el orden; sería conocido entonces como Ricardo Subirana Lobo (Lobo es traducción del inglés Wolf) [7].

Por muchos años, Ricardo Wolf unió fuerzas con su hermano Sigfried. Ellos trabajaron ingentes en el desarrollo de un proceso de recuperación de hierro a partir de los residuos de fundición. El modelo logrado terminó imponiéndose en todas las acerías del mundo y levantó una fortuna millonaria a la familia [8].

 

Embajador de Cuba en Israel

 

Los valores humanos sembrados tempranamente en la vida familiar llevaron a aquel judío alemán a apoyar las promesas de redención social contenidas en la agenda de la Revolución cubana de 1959. El matrimonio dio apoyo moral y financiero directo a Fidel Castro. La promoción de recursos para la Reforma Agraria llevó a que fuera propuesto como ministro de finanzas. Wolf declinó la asignación; frisaba ya los setenta y cuatro años y quería volcar sus fuerzas finales en el impulso y fortalecimiento de las relaciones entre Cuba e Israel. Fidel Castro, agradecido y consciente de las dotes diplomáticas que completaban la recia personalidad de Wolf lo nombró, en 1961, Embajador de Cuba en Israel [9], [10]. La sede diplomática cubana fue asentada en Tel Aviv en el barrio de Herzliya-Pituah, a la vista del mar. Estaba rodeada de plantas tropicales que la convertían en un remedo geográfico de la lejana isla caribeña. La compra del terreno, la construcción del fastuoso inmueble, los ulteriores pagos en concepto de salarios y gastos de representación, todo fue asumido por Ricardo Wolf. Fue aquella, para entonces, la única sede diplomática cubana que se sostuvo sin costo alguno para la isla [11].

 

En la imagen, de izquierda a derecha, la entonces ministra de Asuntos Exteriores de Israel, Golda Meir, el presidente Yitzhak Ben-Zvi, y el embajador de Cuba en Israel, Ricardo Wolf. Presentación en Jerusalén de las cartas credenciales de este último.

 

 

Cuba e Israel

 

El naciente gobierno revolucionario miró con simpatía a la pequeña nación del Oriente Próximo, en abierta lucha por su supervivencia, con sus kibutz impregnados de socialismo y sus no lejanos enfrentamientos a grandes naciones que trataron de cerrar el paso a los asentamientos judíos desde tierras europeas. Para Fidel Castro, Cuba era una paráfrasis de Israel y en sugerente alusión llegó a llamarle «ese heroico país» [12]. Los innegables éxitos de la agricultura y la ganadería ovina lo cautivaban. Ricardo Wolf creó la Asociación de Amistad; esta funcionaba entre ambos pueblos y desarrollaba la colaboración de técnicos israelíes en el Verde Caimán. Por gestiones de Wolf, los asesores israelíes trajeron a la isla las más novedosas técnicas agrícolas, brindando con entusiasmo ayuda en el desarrollo citrícola de los campos cubanos y velando por el crecimiento del ganado caprino como notable productor de leche [13].

Wolf respondió también al interés del líder revolucionario acerca de traer a la isla cien ovejas en un proyecto de adaptación a las condiciones tropicales. En esa dirección se habilitaron vuelos charters. Wolf diría: «Las ovejas volaron en primera clase y mi esposa en turista». Paradójicamente, en esos mismos vuelos emigraban a Tierra Santa judíos cubanos, privados de sus negocios particulares por las devenidas regulaciones socialistas de la isla [14].

 

Ricardo Subirana Lobo (1887-1981).

Francisca Subirana (1900-1981)

 

 

Aquella decisión…

 

La alineación del gobierno cubano con el bloque socialista que nunca debió nacer no solo vino a la vida, también creció hasta apagar toda luz de independencia política en la isla. Esta recibiría desde entonces dictados del mundo soviético que le llevarían desde la colocación de misiles nucleares y la crisis siguiente en octubre de 1962, hasta aquel sombrío 9 de septiembre de 1973, en que amanecieron los más grises titulares en los diarios nacionales e internacionales: «Cuba rompe relaciones diplomáticas con Israel».

Comience por decirse que, desde 1966, Cuba venía perfilándose como coordinadora de grupos radicales en Asia, África y América Latina a través de organizaciones como OSPAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina) y OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad) [15]. A la par, en el sistema de naciones unidas, la isla tejió alianzas con sujetos internacionales que tenían una acentuada postura antiisraelí. Aunque Israel tuvo una definida posición anticolonial e impulsó programas de ayuda en salud y educación a países descolonizados como Ghana o Uganda, el Estado Hebreo fue bloqueado en los foros multilaterales del mundo postcolonial; los árabes boicotearon toda reunión en que estuviese presente [16].

El año 1967 cambió bruscamente la geopolítica en todo el Medio Oriente y la posición del gobierno de Cuba ante Israel. ¿Qué sucedió? En mayo, Egipto, bajo Gamal Abdel Nasser, movilizó tropas en la península del Sinaí y exigió la retirada de la ONU de la zona. Cerró también el importante Estrecho de Tirán al tráfico israelí y bloqueó su acceso al Mar Rojo. Jordania y Siria formaron alianzas militares con Egipto y aumentaron la presión contra Israel. El Estado judío consideró tal cúmulo de acciones como actos de guerra y evaluó la situación como una amenaza inmediata de invasión. No cometerían el error de Stalin que, frente a la concentración de tropas de Hitler en la frontera, mantuvo sus tanques en la Manchuria hasta ver a las tropas alemanas cruzar toda la distancia que les separaba de Moscú [17]. Israel tomó la iniciativa y el 5 de junio, a primera hora, lanzó la Operación Moked, bombardeando las bases aéreas. La mayoría de los aviones egipcios fueron destruidos en tierra, quedando Israel con aplastante superioridad aérea. Egipto, Jordania y Siria declararon la guerra a Israel. El Estado Judío, aprovechando la superioridad aérea alcanzada, avanzó y ocupó Cisjordania, Gaza y Jerusalén. Colocó a esta última bajo mandato único de Israel, permitiendo en ella, por primera vez, desde 1948, la expresión plurirreligiosa. El 10 de junio las Fuerzas de Defensa de Israel se expandieron al norte y ocuparon la meseta de los Altos de Golán, importante locación siria para ataques desde el norte a Tierra Santa.

La respuesta de Cuba a tales hechos fue harto ríspida. Ricardo Alarcón de Quesada, representante de Cuba ante las Naciones Unidas, describió el ataque de Israel como una «agresión al estilo nazi»[18]. Fue aquella la primera vez que un diplomático cubano usara epítetos tan imprudentes contra el Estado Judío. Unos meses después, Fidel Castro los repetiría en un discurso a la conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad. Israel comprobó a la par que, a pesar de su cooperación con Cuba en piscicultura, agricultura y ganadería, la propaganda antisionista de la isla se desbordaba alcanzando niveles sin precedentes. Cuba, de su lado, notó que Israel dejó de comprar azúcar, en una decisión posiblemente orientada a no crear tensiones con Estados Unidos, que vendría a ser su principal aliado frente al vacío de apoyo dejado por el Reino Unido y Francia.

En la Cuarta Cumbre de Países No Alineados (MNOAL) celebrada entre el 5 y el 9 de septiembre de 1973, en Argel, capital de Argelia, Cuba termina por ceder a la presión árabe. En el seno de aquella asamblea que convocó a setenta y cinco países [19] se impuso una redefinición de lo que era el «no alineamiento» con relación al Medio Oriente: este implicaba no una mera neutralidad, sino una posición antiisraelí [20]. En una de sus más significativas sesiones, el dictador libio Muamar el Gadafi exigió, a escuchas de la representación de Cuba, la ruptura de sus relaciones con Israel y acusó al gobierno de la isla de ficción no alineada y «no ser más independiente de la Unión Soviética que Uzbekistán o Checoslovaquia» [21].

Muy cercana estaba la suscripción de los acuerdos de La Declaración de Jartum aprobada el 1 de septiembre de 1967, en la cumbre de la Liga Árabe, celebrada en Jartum, Sudán, tras la aplastante derrota de Egipto, Siria y Jordania en la Guerra de los Seis Días. Estaban en ella remarcados los «Tres No de Jartum»: «No a la paz con Israel. No al reconocimiento de Israel. No a las negociaciones con Israel». La Declaración incluyó también en su texto un compromiso de los países árabes para ayudar económicamente a Egipto y Jordania, que habían perdido territorios en la guerra, y la decisión de seguir luchando hasta la liberación de lo que llamaron «territorios ocupados»[22]. La Declaración de Jartum cerró por años cualquier posibilidad de acuerdo diplomático árabe-israelí y marcó la política oficial de la Liga Árabe. Esta Declaración humeaba en aquella Cumbre de 1973, celebrada sobremecidamente en un país árabe, Argelia, bajo la presidencia de Houari Boumédiène.

Más allá de las presiones recibidas, la dirección del gobierno revolucionario de Cuba ambicionaba una posición de liderazgo en el Movimiento de Países No Alineados, organización internacional que surgió durante la Guerra Fría con el propósito de promover los intereses de las naciones en desarrollo a través de los caminos de una supuesta neutralidad frente a los diferendos de poder de los Estados Unidos y la Unión Soviética. El Estado cubano buscaba establecerse como un eslabón entre el campo socialista y los países en desarrollo. Su meta confesa era liderar una batalla diplomática por un nuevo orden económico internacional, acceder al consejo de seguridad de la ONU y hacer irrelevantes el aislamiento norteamericano y las sanciones de la OEA [23].

Visibles, en las imágenes publicadas de la delegación cubana, están principalmente Fidel Castro, Primer Ministro; Carlos Rafael Rodríguez, Viceprimer Ministro; Raúl Roa García, Ministro de Relaciones Exteriores; Osmany Cienfuegos, Asesor del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y Ricardo Alarcón de Quesada, Representante de Cuba ante la ONU [24].

El domingo 9 de septiembre, en la jornada de clausura del evento, Fidel Castro, como jefe de la delegación cubana, anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas y consulares del gobierno de la isla con el Estado de Israel [25]. Los medios informativos nacionales del Verde Caimán se harían eco de la infausta nueva. La revista Bohemia expandió la noticia de los diarios. La esquela que dio cuerpo al anuncio de la ruptura fue redactada en los siguientes términos:

 

El gobierno revolucionario de Cuba [26] ha decidido la ruptura de las relaciones diplomáticas y consulares con el estado de Israel tal como fuera anunciado en el día de ayer en la Conferencia de Países no Alineados de Argel por nuestro primer ministro, comandante Fidel Castro.

Ha sido norma de política internacional del Gobierno Revolucionario de Cuba no usar el expediente de la ruptura de relaciones diplomáticas, tendiendo en cuenta que el gobierno imperialista de los Estados Unidos, al consumar su ruptura con Cuba y en aras de la política de bloqueo y de aislamiento a nuestro país, instó y promovió constantemente, mediante sus influencias con aquellos gobiernos, especialmente de América Latina, susceptibles a la presión imperialista, al rompimiento de las relaciones con Cuba, por lo cual nuestro país ha seguido la política de no tomar iniciativas de ruptura de relaciones a fin de no hacer el juego a dicha táctica imperialista de gobierno.

No obstante, tal como explicara el compañero Fidel Castro en su intervención de ayer en Argel, como una excepción a esa práctica cubana de política internacional, consecuente con la invariable posición de Cuba de condena a la agresión imperialista-israelí contra los pueblos árabes y el pueblo palestino y ante el clamor y los sentimientos de los pueblos de los países representados en la Conferencia de Argel, expresados por sus jefes de Estado o de Gobierno o sus representantes, especialmente los de los pueblos árabes, y considerando, además, la continuidad y persistencia de la política agresiva del estado de Israel en contubernio con el imperialismo y su negativa a devolver los territorios árabes ilegítima y violentamente ocupados, el Gobierno Revolucionario de Cuba, en cumplimiento de su deber de solidaridad y de apoyo a la justa causa de los pueblos árabes y a los derechos del pueblo palestino, ha decidido la inmediata ruptura de relaciones diplomáticas y consulares con el Gobierno del estado de Israel.

La Habana, Lunes 10 de septiembre de 1973 [27]. [Sic.]

 

El anuncio de la ruptura entre Cuba e Israel en el plenario de la Cumbre, ya en su jornada de cierre, generó una ovación cerrada que se prolongó desmedidamente. Los líderes árabes, especialmente Yasser Arafat [28], cercaron a la delegación cubana y les abrazaron con gran efusividad. Los medios de prensa internacionales resaltaron el abrazo conmovido del líder libio, Muamar el Gadafi [29]. Él había expulsado con mano dura a los judíos de Libia en 1970 [30]. Político alguno combatió más las negociaciones siguientes de paz entre Egipto y el Estado Hebreo. Él odió a Israel con odios que no son de este mundo. Frente a la decisión de Cuba de romper todas las relaciones con el Estado Judío, Gadafi estaba feliz, muy feliz… Malaventurado beduino de los mil yerros, ni siquiera estaba destinado para las balas judías. El 20 de octubre de 2011, los propios libios lo herirían con una granada y lo golpearían con el más lesivo salvajismo. Se vería arrastrado por las arenas de Sirte, su ciudad natal, donde lo balearon hasta verlo morir. Su cuerpo fue ultrajado en límites inenarrables y su cadáver, expuesto públicamente, [31] todo en un completo remedo de las escenas italianas de la caída de Mussolini bajo la ira de los partisanos, en 1945.

 

Estos son algunos de los caminos que llevaron a la extraña decisión de Cuba. Al gobierno de Israel le costó trabajo creer la noticia, que les llegó el 10 de septiembre, un día después de cerrada la Cumbre. Ellos se enteraron a la par del último de los humanos, por el anuncio público de la Cumbre [32]. Inicialmente no dieron crédito al informe toda vez que el propio Wolf, desconcertado, negaba que aquello pudiera ser cierto. Pronto supieron que desde aquel otoño tendrían un amigo menos…

 

Ha comenzado la limpieza de Berlín, la ciudad más sucia de Europa. Potentes mangueras de agua comenzarán a empaparnos hasta dejarnos limpios.

No nos quieren. Nadie nos quiere [33].

 

Fidel Castro ordena ataque militar a Israel

 

En la tarde del 6 de octubre de 1973, a solo un mes de la mencionada Cumbre de Países no Alineados en Argel, en el solemne Día de la Expiación (Yom Kippur), fecha más importante del calendario judío, de recogimiento, ayuno y oración, en que no funciona el transporte público, ni transmiten los medios de información y todos los judíos de vuelcan a las sinagogas, el ejército egipcio cruzó el Canal de Suez. Las defensas israelíes colapsaron en el Sinaí y el Estado Hebreo se vio atacado con gran violencia desde el sur. Simultáneamente, los batallones blindados de Siria avanzaron contra Tierra Santa e iniciaron una incontenible embestida por el norte. La situación para el Estado Judío se hizo desesperada, porque Europa, en pleno, le volvió la espalda, mientras la Unión Soviética apoyaba logísticamente, con armamento pesado, la invasión militar. Aunque los servicios de inteligencia de Israel tenían alguna información, Richard Nixon, a través de su Secretario de Estado, Henry Kissinger, había prohibido estrictamente a Golda Meir, Primer Ministro de Israel, todo ataque preventivo. El peligro también fue desestimado por el alto mando. En conclusión: nunca en la era moderna estuvo el Estado Hebreo más cerca de perder una guerra y ser echado al mar. Dos mil quinientos israelitas murieron en los inicios de lo que fue la más heroica resistencia. Por cuatro días todo fue destrucción y repliegue [34].

En este luctuoso contexto, ¿qué hizo Cuba, la tierra que bendijo Israel con amistad, asesoría y tecnología? Con vergüenza se escribe: el gobierno de la isla envió tropas fuertemente entrenadas y luchó al lado de Siria; unió fuerzas con los enemigos de Israel en un resuelto propósito de completar el siniestro y aniquilar al Estado Judío. Eso hizo Cuba.

Por muchos años el gobierno caribeño negó tales hechos, pero eran un secreto a voces. Un batallón cubano, desde suelo sirio, cañoneó Tierra Santa. El general Néstor López, en Secretos de Generales, tímidamente confesó la participación cubana, minimizando los hechos: «Era un pelotón de tanques. Se produjeron algunos duelos de artillería. Nos averiaron dos tanques. Vivíamos en un hueco, en una chabola en condiciones de campaña. En febrero de 1975 regresamos a Cuba» [35].

«Un pelotón…». «Los cubanos llegaron cuando ya se acababa la guerra…». Tales metáforas se escuchan hasta hoy en los esquivos corrillos militares de la isla. Los informes de Israel, sin embargo, y la mayoría dominante de los medios de información aseguran que cerca de cuatro mil cubanos, entre tanquistas, artilleros y personal de inteligencia estuvieron presentes allí durante todo el tiempo que duró la guerra y hasta muchos meses después. El 10 de octubre, mientras el apoyo de la Unión Soviética a Siria y Egipto crecía, Estados Unidos envió a Israel veinticuatro mil toneladas en apoyo militar y logístico. La coalición que configuraron Egipto, Siria y la subrepticia Cuba, todos con el apoyo de la Unión Soviética y el mundo árabe fue derrotada [36]. En el frente norte, Siria y Cuba se batieron en retirada hasta cerca de las puertas de Damasco a donde llegaron las Fuerzas de Defensa de Israel el 16 de octubre [37]. El ejército de la isla dejó ciento ochenta muertos y doscientos cincuenta heridos que nunca ha reconocido [38]. Al alcance del lector interesado hay fuentes que estiman pérdidas mayores. El 20 de octubre, Siria capituló. Mil doscientos tanques sirios con el apoyo adicional de Cuba no les fueron suficientes; no pudieron recuperar los Altos de Golán, perdidos en la pasada Guerra de los Seis Días de 1967 [39].

En febrero de 1997, el autor hizo una campaña evangélica en el Templo central de las Asambleas de Dios de la ciudad de San Francisco de Paula, La Habana. En la jornada inicial de descanso dominical almorzó en el hogar del diácono principal. En los diálogos de sobremesa este último contó que había sido militar y tenía en su hoja de servicio el haber luchado en suelo sirio durante la guerra de 1973. Como no se tenía ni idea del asunto, se le preguntó: «¿Qué guerra fue esa?». Él contestó: «La guerra de Siria contra Israel. A mí me enviaron como parte de un batallón de tanquistas». La confusión creció y hubo que preguntarle: «¿Fueron como asesores o participaron directamente en la guerra?». El diácono contestó:

 

No, no éramos asesores, éramos un batallón de combate; fuimos a pelear. Estábamos en el primer frente de los Altos de Golán y lanzamos contra Israel cualquier cantidad de proyectiles. Y ellos nos tiraron a nosotros. Hubo un montón de muertos de ambas partes. Fuimos a la guerra y estuvimos varios meses, hasta que nos ordenaron regresar.

 

Desde un rincón de previsión bíblica el autor preguntó entonces: «¿Cómo les fue cuando regresaron…?». Él bajó la cabeza, como recordando, y contó:

 

Celebrábamos el regreso a Cuba con un grupo de compañeros. Todos habíamos estado en aquel frente. Habíamos tomado alcohol y estábamos felices. Decidimos regresar a nuestras casas y nos subimos al jeep del ejército que teníamos. Hacíamos cuentos por el camino de aquellas aventuras de la guerra, hasta que llegamos a la línea del tren. Se veía una locomotora que venía, pero el que manejaba el jeep entendió que tenía tiempo para cruzar, y en plena línea el jeep se apagó. Él trató de volverlo a arrancar y el motor hacía como si se fuera a encender, pero volvía a apagarse. Ya el tren estaba peligrosamente cerca y decidimos bajarnos rápido del jeep. Cuando fuimos a hacerlo, ninguna puerta abrió; el auto estaba completamente cerrado. Tratamos de salir por las ventanillas, pero ya era tarde. La locomotora nos golpeó… Apenas yo sobreviví. Tengo la mayor parte de mi cráneo reconstruido con platino [40].

«… A los que te maldijeren maldeciré» (Gn. 12:3b), dijo el Señor a Abraham. Las mismas palabras se repiten sobre Jacob, patriarca de Israel, en la inspiración profética de su padre Isaac (27:29d). Juzgue el lector.

Si Israel es el reloj que marca el derrotero de los tiempos, si el mundo gira en torno a su desenvolver profético, si la Biblia define la verdad en torno a la identidad de ese pueblo, si tales cosas son ciertas, la decisión tomada por el Estado cubano el 9 de septiembre de 1973 y su posterior ataque militar el 6 de octubre siguiente fueron los desvaríos más aciagos de su historia, solo comparables a la mañana en que Federico Laredo Bru, desde su condición de Presidente de Cuba negó la entrada a la isla de novecientos treinta y siete judíos visados previamente en Europa, y ya en puerto cubano, a donde llegaron esperanzados a bordo del Crucero San Luis el 27 de mayo de 1939, a las 4:00 a. m. El influyente Fulgencio Batista, jefe del Ejército, cuya atención se solicitó por varias organizaciones judías y miembros de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, se recogió en su hogar, donde se fingió enfermo e incomunicó el teléfono. De los judíos del San Luis solo doscientos ochenta y siete sobrevivieron, al ser acogidos de regreso por el Reino Unido, que no pudo ser ocupado por los alemanes. Los otros seiscientos cincuenta, murieron bajo los estragos de la guerra o en los campos de concentración nazi [41]. Sobre Cuba gravita la pena.

Cuánto de las decisiones de Fidel Castro y Laredo Bru influyeron en los negros años que viviría la isla en su historia siguiente, aquellos de 1992 en que los cubanos llegaron a beber su propia orina mientras se lanzaban al mar en la más desesperada de las diásporas; o estos de 2025, en que los más esforzados trabajadores y profesionales pernoctan bajo apagones en calles llenas de basuras y sobrenadan infelices entre promesas y desesperanzas. Cuanto de aquello influyó en esto, un día lo sabremos, cuando sean abiertos los libros, porque los libros se abrirán: «Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras» (Ap. 20:12).

 

El último destello

 

Aquel 9 de septiembre de 1973, en que tiene lugar la ruptura de relaciones entre la isla caribeña y el Estado Judío, Ricardo Wolf se encontraba en Tel Aviv y debía escoger entre fidelidades disonantes: Cuba o Israel. Él decidió permanecer en la tierra de los profetas y patriarcas bíblicos [42]. Tenía ya ochenta y seis años, estaba cansado de luchar con los desequilibrios y las ingratitudes humanas y su esposa sufría, muy enferma.

El sol de Wolf estaba a punto de ponerse, y en ese crepúsculo, desde lo que fuera la Embajada cubana, lanzó un último destello: en 1975 creó la Fundación Wolf, un proyecto desbordado de filantropía [43].

Nació así el Premio Wolf, un paralelo del Nobel. Bendeciría anualmente con una dotación económica de cien mil dólares a los benefactores más grandes del mundo en seis categorías: agricultura, química, medicina, matemáticas, física y artes. Al no existir un Premio Nobel en Matemáticas, el Wolf se levantaría como el más deseado en los reconocimientos académicos de esta ciencia [44].

Un comité internacional de expertos evalúa a los candidatos. Los ganadores reciben el premio de manos del presidente de Israel en el edificio del Parlamento, en Jerusalén [45]. La fundación otorga, además, becas a estudiantes de último año, siempre en Israel. Son seleccionados a partir de las nominaciones que hacen las universidades [46].

Los ganadores del Premio Wolf son fuertes aspirantes al Nobel. En 2013, uno de cada tres premios en química, física y medicina recibieron posteriormente el Nobel [47].

 

Las incoherencias siguientes de Cuba

 

La Liga Árabe empujó la ruptura de Cuba con Israel, y varios suscriptores de aquella Declaración de Jartum restablecieron ya sus relaciones con el Estado hebreo a la vista de Cuba, que no lo ha hecho todavía, siguiendo la inercia impuesta por árabes de doble rasero, que exigían a la isla la ruptura con Israel, mientras desarrollaban relaciones cordiales con todos los enemigos del Estado revolucionario.

Hoy día, el primer argumento que se asoma a flor de labios en los que explican la congelación histórica de las relaciones Cuba-Israel es la posición pronorteamericana del Estado Judío. Vea entonces la contradicción: el estatus de la relación diplomática de Cuba con Estados Unidos, a nivel de embajada, es superior al que tiene con Israel, a nivel de sección de intereses [48].

Contradicciones geopolíticas e históricas mucho mayores viviría la pobre isla: los rusos que se alejaron del socialismo marxista porque, al decir de Alexander Yakovlev, «no se avenía a la naturaleza humana»[49] luchan hoy para que Cuba no cambie el sistema social y económico que ellos se vieron obligados a abandonar, del que reniegan públicamente.

 

Epílogo

 

Ricardo Subirana Lobo (Wolf), único embajador del Gobierno Revolucionario de Cuba en Israel, falleció lleno de años en su hogar de Herzliya, en 1981, en un suave invierno de lluvias discretas, propio del febrero de Tel Aviv. Su esposa, Francisca, le siguió un mes después [50]. Sus cuerpos descansan juntos, próximos al kibutz Ga’sh, fundado en 1948 por cubanos del Hashomer Hatzair, en las afueras de la bellísima Tel Aviv [51]. Los desvelos del matrimonio Wolf en favor del acercamiento de Cuba al Estado Judío, las millonarias inversiones que hizo para lograrlo, sus ingentes trabajos, los recuerde el Señor en su favor el Día de la Eternidad.

 

Dice la alondra que revolotea cada mañana sobre los árboles de Tel Aviv, en la lejana Israel, que, a través de las ventanas de la Fundación Wolf, otrora Embajada de Cuba, donde a ratos aletea curiosa, es visible un cuadro. En él aparecen Ricardo Wolf y Fidel Castro. La imagen está rubricada con una dedicatoria escrita por el finado mandatario cubano el 17 de junio de 1960. En ella se lee:

 

«A los esposos Subirana, con cuya amistad por lo espontánea y pura me honro grandemente y trataré de conservar siempre».

 

Y el tocoloro cubano llora, cuando escucha de la alondra la historia.







[1] Maritza Corrales Capestany. La isla elegida: los judíos en Cuba. La Habana: Ciencias Sociales, 2007, p. 44.

[2] Corrales, Ibíd.

[3] Editorial. Wolf Foundation. «Ricardo Wolf». Accedido: 3 de septiembre de 2025, 12:16 p. m.

https://wolffund.org.il/about-wolf-foundation/?utm_source=chatgpt.com

[4] La Dra. Maritza Corrales Capestany, historiadora de la presencia hebrea en Cuba y colaboradora de la Facultad de Historia de la Universidad de La Habana y la Fundación Fernando Ortiz, tuvo acceso a fuentes de información familiar del matrimonio Wolf y asegura que Francisca Subirana era cubana. Ver en: Corrales, Ibíd, p. 44. Las fuentes en línea leídas por el autor la definen como española (Nota del autor).

[5] Gabe Abrahams. «Francisca Subirana: Subcampeona Mundial y primer éxito del tenis español». Publicado: 15 de junio de 2022. Accedido: 3 de septiembre de 2025, 2:46 p. m.

https://www.cordobahoy.es/opinion/gabe-abrahams/francisca-subirana-subcampeona-mundial-primer-exito-tenis-espanol/20220615080333118425.html

[6] Editorial. Wolf Foundation. Ibíd.

[7] Corrales, p. 45.

[9] Editorial. Wolf Foundation. Ibíd.

[10] Corrales, p. 46.

[11] Ibíd, p. 48.

[12] En el testimonio de Jonathan Prato, primer diplomático israelí en Cuba. Citado por Deutschkron. Ver en: Corrales, La isla elegida, p. 46

[13] Alfredo Muñoz-Unsain. «Un sionismo mejor es posible». Palabra Nueva. No. 135. Noviembre de 2004, p. 45.

[14] Corrales, p. 48.

[15] OSPAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina): organismo creado en 1966 en La Habana, Cuba, como parte del movimiento de solidaridad internacional con países en vías de desarrollo. Su enfoque estaba en el apoyo a la liberación nacional, la lucha contra el colonialismo y la influencia norteamericana. OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad): surgió como una versión regional de OSPAAL, enfocada en América Latina y el Caribe. Tenía objetivos similares: apoyar los movimientos de liberación, la cooperación entre países latinoamericanos y la difusión de causas revolucionarias.

[16] Arturo López-Levy. «Las relaciones Cuba-Israel: a la espera de una nueva etapa». Publicado: 30 de noviembre de 2010. Accedido: 5 de septiembre de 2025, 10:25 a. m.

https://ascecubadatabase.org/asce_proceedings/las-relaciones-cuba-israel-la-espera-de-una-nueva-etapa

[17] Esta crítica a Stalin la hizo públicamente y más de una vez el mismísimo Fidel Castro. (Nota del autor.)

[18] Ricardo Alarcón de Quesada. «Statement at a special session of the United Nations General Assembly». Ver en: Granma, junio 24 de 1967, p. 5.

[19] Hugo Rius. «La Cuarta Cumbre de los No Alineados». Bohemia. No. 37. 14 de septiembre de 1973, p. 58.

[20] Arturo López-Levy. «Las relaciones Cuba-Israel: a la espera de una nueva etapa». Publicado: 30 de noviembre de 2010. Accedido: 5 de septiembre de 2025, 10:25 a. m.

https://ascecubadatabase.org/asce_proceedings/las-relaciones-cuba-israel-la-espera-de-una-nueva-etapa

[21] López-Levy. Ibíd.

[22] Lillian Goldman Law Library. «The Khartoum Resolutions; September 1, 1967». 2008. Accedido: 5 de septiembre de 2025, 10:46 a. m.

https://avalon.law.yale.edu/20th_century/khartoum.asp?utm_source=chatgpt.com

[23] López-Levy. Ibíd.

[24] Hugo Rius. Ibíd.

[25] Ibíd, p. 58.

[26] Ibíd.

[27] Ibíd, pp. 58, 59.

[28] Ibíd, p. 53

[29] Ver en: Martin Chulov. «Los últimos momentos de Gadafi: “Vi la mano que sostenía el arma y la vi disparar”». The Guardian. Publicado: 20 de octubre de 2012. Accedido: 5 de septiembre de 2025, 1:58 p. m.

https://www.theguardian.com/world/2012/oct/20/muammar-gaddafi-killing-witnesses?utm_source=chatgpt.com

[30] Editorial. «Gadafi se convierte en primer ministro de Libia». This Day in History. Accedido: 6 de septiembre de 2025, 1:34 a. m.

https://www.history.com/this-day-in-history/january-16/qaddafi-becomes-premier-of-libya

[31] Chulov. «Los últimos momentos de Gadafi…». Ibíd.

[32] Editorial. «Cuba’s Diplomatic Break with Israel Causes Surprise, Regret». Daily News Bulletin. Jewish Telegraphic Agency. Publicado: 11 de septiembre de 1973. Accedido: 5 de septiembre de 2025, 8:15 p. m.

http://pdfs.jta.org/1973/1973-09-11_174.pdf

Puede leerse también en:

https://www.jta.org/archive/cubas-diplomatic-break-with-israel-causes-surprise-regret

[33] Armando Lucas Correa. La niña alemana. New York: Atria español, 2016, p. 28.

[34] Gonzalo Cañada. «La guerra de Yom Kipur, el conflicto en el que Egipto y Siria pusieron a Israel contra las cuerdas». BBC News Mundo. Accedido: 7 de septiembre de 2025, 3:40 p. m.

[35] Luis Báez. Secretos de Generales. Argentina: Editorial Losada, 1997.

[36] Abraham Rivera. « Fidel Castro y la Guerra de Yom Kipur». Accedido: 6 de septiembre de 2025, 5:58 p. m.

https://youtu.be/3pXr7C37a5Y?list=PLRdoGDaQflqtKWEvEuxyPkiGlG4cYQ1Ma

[37] Editorial. «The October Arab-Israeli War of 1973: What happened?». Accedido: 6 de septiembre de 2025, 6:05 p. m.

https://www.aljazeera.com/features/2018/10/8/the-october-arab-israeli-war-of-1973-what-happened

[38] Editorial. «Cuba Brief: 50 years ago cuban troops covertly invaded and tried to destroy Israel led by the Cuban general now torturing venezuelans. Cuban soldiers enlisting in Moscow’s illegal Ukraine war». Center for a free Cuba. Accedido: 6 de septiembre de 2025, 6:05 p. m.

https://cubacenter.org/cuba-brief/2024/01/07/cuba-brief-50-years-ago-cuban-troops-covertly-invaded-and-tried-to-destroy-israel-led-by-the-cuban-general-now-torturing-venezuelans-cuban-soldiers-enlisting-in-moscows-illegal-ukraine-war/

[39] Documentales. «Guerra de Yom Kippur en los Altos del Golán. La gran batalla de los tanques». Accedido: 7 de septiembre de 2025, 12:55 a. m.

https://youtu.be/eGIWyot84IA

[40] Octavio Ríos. Memorias. 1997. Documento, p. 1.

[41] A. Lucas Correa. La niña alemana, pp. 337-339.

[42] Editorial. Wolf Foundation. Ibíd.

[43] Ibíd.

[44] On Cuba Staff. On Cuba Editorial Staff. «Ricardo Wolf: from the Jewish scientist to the Cuban diplomat» (Ricardo Wolf: del científico judío al diplomático cubano). Publicado: 15 de febrero de 2015. Accedido: 3 de septiembre de 2025, 2:28 p. m.

https://oncubanews.com/en/cuba-usa/ricardo-wolf-from-the-jewish-scientist-to-the-cuban-diplomat/

[45] On Cuba Staff. «Ricardo Wolf…». Ibíd.

[46] Ibíd.

[47] On Cuba Staff. «Ricardo Wolf…». Ibíd.

[48] Israel tiene su Sección de Intereses en la Embajada de Canadá, Calle 30, No. 518 esquina a 7ma, Miramar, CP 11300, La Habana, Cuba. (Nota del autor.)

[49] «Descubrimos que el comunismo no se adaptaba a la naturaleza humana». Conocida expresión del diplomático y teórico ruso Alexander Nikolaevich Yakovlev (1923–2005). Como asesor y consejero principal de Mijail Gorbachov fue el principal arquitecto de la Perestroika. Ver en: Carlos A. Montaner. «El totalitarismo y la naturaleza humana: Cómo y por qué fracasó el comunismo». Conferencia pronunciada en Madrid el 21 de febrero de 2005 dentro del ciclo «La revolución de la libertad», convocado por FAES en el Aula Magna de la Fundación Universitaria San Pablo-CEU. Liberalismo.Org. Accedido: 6 de septiembre de 2025, 2:51 p.m.

https://www.liberalismo.org/articulo/339/51/totalitarismo/naturaleza/humana/fracaso/comunismo

[50] Editorial. Wolf Foundation. Ibíd.

[51] Corrales, Ibíd, p. 52.



2 comentarios:

  1. Magnífico artículo. Sólo un detalle que me contó uno de los presentes. Estados Unidos dio la orden a Laredo Bru de no aceptar el barco Saint-Louis, orden seguida de posibles consecuencias para la relación entre Cuba y Estados Unidos. Fulgencio Batista sin embargo declaró la guerra a Hitler, fue el único en la zona que lo hizo y ayudó en la detención de un submarino y captura de nazis.

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    1. Mucho agradezco su tiempo de lectura y la evaluación que hace de estas reflexiones. Sus observaciones son enriquecedoras. El Dios de Israel, en Jesucristo, le bendiga y haga prosperar su camino.

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