Publicaciones, meditaciones, memorias y consideraciones teológicas e históricas del autor
El pecado es infinitamente ofensivo porque el ofendido es infinitamente santo.
Qué lejos estamos de comprenderlo.
Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.