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lunes, 9 de julio de 2018

Nelsio Legrá Jardines. Una vida de esfuerzo

Revs. Nelsio y Adis Legrá





Baracoa, tierra primada, raíz de toda cubanía, orgullo patricio del cálido archipiélago; allí nació el 28 de diciembre de 1939, en el humilde barrio de Sitio, Nelsio Legrá Jardines. Su padre, Amador Legrá Noa, era Juez Municipal y creó en torno a la extensa familia que levantó, un ambiente de rectitud y trabajo. Su madre, Carmen T. Jardines Arias, humilde y especial mujer, era miembro fiel de la Iglesia Bautista de Bahía de Mata. Vienen a vivir a Jobodulce en 1956.
A los 7 años comenzó su sencilla vida escolar que se extendió hasta alcanzar el sexto grado, Progresaría en lo sucesivo como un gran lector autodidacta.
Los juegos de la infancia y la adolescencia feliz de Nelsio se descontinúan cuando tiene que comenzar a atender la bodega de su padre, a los 15 años. Cumplidos los 18 se fue a la vecina Moa. Allí trabajó fuertemente con una compañía norteamericana cavando profundas zanjas, a pico y pala. En 1960 regresó. Un año después lo encontramos trabajando en una quincallera de Palma Soriano. Queda cesante y desde su incansable espíritu de lucha se presenta como aspirante a un concurso de oposición por la plaza de secretario del juzgado.
Allí trabajó hasta 1973, en que fue colocado como estadístico de una empresa agropecuaria, en la cual terminaría su vida laboral secular en 1989.
Fue bautizado en aguas el 6 de diciembre de 1959, a los 19 años, por el Rev. Martín Oliva Baró, en el río Macajuaní. Resultó ser, desde el principio, un miembro muy activo. Cantaba en el coro, a la par que ministraba como maestro de Escuela Dominical en la clase de los jóvenes; se hizo sentir también en la predicación radial, donde también cantaba.
Una joven llamada Adis Matos Hernández llamó su atención en 1959. Aquel hermoso noviazgo duró cuatro años. Se casaron en el Señor el 23 de noviembre de 1963. En ese se mismo año el gobierno cerraría la Iglesia de Las Cuchillas; para entonces Nelsio era presidente de los jóvenes allí. Relacionado con aquellos días recuerda: “Nos fuimos a una actividad en Majayara, no había llegado nadie. Estaba al frente del grupo, orando, cuando siento de pronto una bendición grande; me arrodillé y mi lengua fue tomada; hablé en nuevas lenguas”.
En 1971 comenzó a sentir el llamado de Dios mientras trabajaba en el juzgado. Para entonces, ya era líder de la Iglesia central de Baracoa de las Asambleas de Dios.
Las memorias del Rev. Nelsio Legrá merecen un cuidadoso registro histórico. Es posible saber por él acerca de los comienzos mismo de la Obra allí, en la década de 1940. Sumado a esto sus recuerdos de finales de los 80 nos ubican con nitidez en lo que se refiere a la evolución histórica de la Obra emprendida por las Asambleas de Dios en Baracoa. Nos cuenta: “Alipio Pedraza [el pastor] estaba decepcionado por las veces que había fracasado en su intento de reconstruir el Templo. El Señor le dijo: 'El Templo que quiero construir no es aquí'. Surgió entonces la idea de independizar iglesias y el sentir de reabrir la Obra en Las Cuchillas palpitó en el corazón de Alipio, y para eso me designó a mí”.
Nelsio Legrá pastoreó la recién abierta Obra en Las Cuchillas entre 1990 y 2007. Allí encontró cerca de veinte hermanos que eran miembros de la iglesia de la ciudad. El transporte era difícil, había comenzado el llamado “período especial”. Su intenso trabajo dio fruto, y pronto llegaron a la cifra de cien miembros. Con el más noble de los esfuerzos construyó el Templo de mampostería un poco más más afuera, con capacidad para ciento cincuenta personas. Cada saco de cemento, antes de disolverse en la mezcla de hormigón, pasó por sus hombros.
En 2007, cuando se jubila, se registran ya, en la resurrecta obra de Las Cuchillas, ciento cincuenta miembros; constituían el 60% de los habitantes del lugar. “Durante mi pastorado no había músico —nos cuenta— y la necesidad me obligó a aprender guitarra. Aprendí a cantar solo”.
Con gran esfuerzo y dejándonos un verdadero modelo de inspiración venció Nelsio Legrá los Estudios Dirigidos de Superación Bíblica (EDISUB) entre 1993-1997. Fue nombrado Ministro Nacional en 1992, Licenciado en 1995, y Ordenado en 1999. Con un evangelio fuertemente conservador y un saludable celo santo, se le ha visto llevar la Palabra de Dios más allá de las fronteras cubanas en múltiples ocasiones. En los últimos once años ha perseverado como Tesorero del Presbiterio Baracoa II del Distrito Oriente Sur, en su amada Cuba.
Levantó, en la gracia de Dios, una familia de tres hijos: Nelsio, Moisés e Iliana, que uniendo fuerzas le bendijeron con seis nietos; éstos últimos le dieron la alegría de cinco bisnietos. Moisés e Ileana han desarrollado impresionantes ministerios pastorales por muchos años, en Oriente y Centro cubano. Ileana es ministro licenciado y en unión de su esposo Abiecer dejaron una estela de la gloria de Dios en su natal Baracoa, donde expandieron la Obra muy significativamente. De su esposa dice el pastor Nelsio, con orgullo: “Ha sido para mí una mujer de Dios muy humilde, mansa y de profunda oración”. Tendrían ambos el privilegio de celebrar sus bodas de oro en 2013.
Su extraordinaria experiencia en el Señor, amor al evangelio, don de profecía, su melodiosa voz que arrastra a la adoración, y su proverbial buena memoria con la que es capaz de citar capítulos enteros de la Biblia hacen de este pastor y siervo de Dios una de las figuras más queridas y representativas del evangelio pentecostal cubano en toda la zona de Baracoa.
Desde su ancianidad lega a los jóvenes su hermosa percepción del tiempo en que se vive:

Jóvenes amados: ha llegado el momento de levantar en alto la bandera del evangelio y de servir al Señor con todos los recursos que tenemos. Es tiempo de servir a Dios con integridad, convencidos de que esta es la obra más hermosa que existe en la tierra. No hemos sido llamados a mirar a los hombres; nuestra mirada debe estar puesta en Jesucristo. Él vino a salvarnos pero también vino a darnos ejemplo. ¿Cómo deben ser los jóvenes?: como Cristo.

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