Bosquejo: "Confesando a Cristo como el Hijo de Dios" (Juan 11:27)
Texto clave:
"Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo."
I. La declaración personal de fe
"Sí, Señor":
Una respuesta afirmativa y personal a Jesús.
Reconocimiento de su autoridad y señorío.
Aplicación: ¿Cómo respondemos al llamado de Jesús en nuestras vidas?
Fe individual:
Marta no se basa en la fe de otros, sino en su propia convicción.
Importancia de una fe personal y no heredada.
II. Reconociendo la identidad de Cristo
"Tú eres el Cristo":
Jesús es el Mesías prometido, el ungido de Dios.
Cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento (Isaías 9:6, Miqueas 5:2).
"El Hijo de Dios":
Una declaración de su divinidad y unidad con el Padre (Juan 10:30).
Implicaciones teológicas: Jesús no es solo un profeta o maestro, sino Dios encarnado.
III. La misión redentora de Cristo
"Que has venido al mundo":
La encarnación: Jesús dejó su gloria celestial para entrar en el mundo.
Propósito: Rescatar y redimir a la humanidad (Juan 3:16).
La universalidad del mensaje:
Cristo vino para ofrecer salvación a todos los que crean.
Aplicación: ¿Cómo estamos compartiendo este mensaje con otros?
IV. Aplicación práctica para el creyente
1. Confesar nuestra fe en Cristo:
Marta hizo una confesión valiente en medio de su dolor.
Nosotros también debemos confesar nuestra fe, especialmente en tiempos difíciles.
2. Conocer a Cristo profundamente:
Su identidad como Mesías y Hijo de Dios nos llama a estudiarlo y amarlo más.
3. Vivir con propósito:
Reconocer que Cristo vino al mundo nos inspira a cumplir nuestra misión como sus discípulos.
Conclusión:
La confesión de Marta en Juan 11:27 es un modelo de fe genuina y personal. Al igual que ella, estamos llamados a afirmar quién es Jesús, vivir conforme a esa verdad y proclamarlo al mundo. ¿Estamos dispuestos a decir, como Marta: "Sí, Señor"?
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