Translate

lunes, 30 de septiembre de 2024

Un acento, y una idea diferente

«No tengo que comer».
«No tengo qué comer».
Es curiosa la diferencia de significado que impone el acento. En el primer caso es clara la idea de que no existe la obligación de comer. En el segundo, está implícita la carestía de comida.
Es interesante.


domingo, 29 de septiembre de 2024

If I can...

No hay un sinrazón en el existir si entendemos la diferencia que hacen las pequeñas acciones. Nadie como Emily Dickinson lo expresó en su sentir poético.

Poem VI

Emily Dickinson

 
If I can stop one heart from breaking,
I shall not live in vain;
If I can ease one life the aching,
Or cool one pain,
Or help one fainting robin
Unto his nest again,
I shall not live in vain.

 
Si puedo evitar que un corazón se rompa
no viviré en vano;
Si puedo aliviar el dolor de una vida,
O calmar un dolor
O ayudar a un petirrojo desmayado
a que vuelva a su nido,
no viviré en vano.


______________


Emily Dickinson. Poems. Editores: Mabel Loomis Todd, Thomas Wentworth Higginson. Boston: Little, Brown.  1922, p. 18.





sábado, 28 de septiembre de 2024

Martí y Ferrara

José Martí conoció a María Luisa Sánchez siendo esta una niña, en Ibor City, Tampa, y le escribió, en 1891, los bellos versos que aparecen debajo. María Luisa, de padres cubanos, había nacido en Estados Unidos. La pequeña sería más tarde, en la historia, la esposa de Orestes Ferrara, coronel italiano del Ejército Libertador en la Guerra de Independencia; este último tendría un largo historial de diplomático y escritor en tiempos de la República.

 

A María Luisa Sánchez

 

No hay en la bárbara guerra
del mundo más que un consuelo:
las estrellas en el cielo
y las niñas en la tierra.

 

No hay rival de la mañana
con su luz pálida y pura;
mas sí hay rival, tu ternura
pálida niña cubana.

 

Yo diré, mi niña esbelta,
allá en mi hogar de martirio,
que he visto en Ibor [1] un lirio
con la cabellera suelta. [2]

 







[1] Ybor City, vecindario histórico en Tampa, Florida, Estados Unidos situado al noreste de Tampa. Fue fundado en 1885 por un grupo de fabricantes de puros dirigido por Vicente Martínez Ybor y fue poblado originalmente por los inmigrantes cubanos, españoles (principalmente de Asturias) e italianos (principalmente de Sicilia), que trabajaron en las muchas fábricas de puros.

[2] Poesías de José Martí. Colección de Libros Cubanos. Director: Fernando Ortiz. Vol. XI. Compilación y notas por Juan Marinello. Habana: Cultural S.A. La Moderna Poesía. 1928, p. 276.




domingo, 22 de septiembre de 2024

El cumplido de un astrónomo

Los cumplidos comunes tienen que ver con «fue un placer conocerle», o «un gusto poder saludarle», cosas así. El cumplido de un astrónomo parece que es algo muy propio de él. Vea el de Carl Sagan: «Dada la inmensidad del tiempo y la inmensidad del Universo es un placer inmenso para mí  compartir un planeta y un tiempo contigo» (1). No deja de ser gracioso. Qué bonito. 
Se abren las puertas a los cumplidos del matemático, del biólogo y el filósofo. ¿Cómo serán?


__________


(1) Valeria Sabater. Siete frases de Carl Sagan que te inspirarán.
https://lamenteesmaravillosa.com/frases-de-carl-sagan-te-inspiraran/ Accedido: 22 de septiembre de 2024, 6:23 p.m.



sábado, 14 de septiembre de 2024

Solo hay algo más bello que la poesía

Qué bella expresión es la poesía cuando las metáforas están claras, cuando se tienen los códigos que develan las imágenes escondidas tras el lírico vestir, ese con que las cubre el pudor del poeta. Qué bella viene a ser entonces la poesía.
La poesía es la más grandiosa expresión de la palabra, y solo hay algo que la supera en belleza: su comprensión.  



sábado, 7 de septiembre de 2024

Ya llegará el tiempo...

No se les inculca a los niños de doce años, como lo éramos entonces, el amor a los libros con El Quijote y La Casa de Bernarda Alba. Son grandiosas producciones literarias, pero su comprensión no está en armonía con la mente de un pequeño. Todos aprendemos a leer mucho antes de madurar, y tales obras no producen sino el rechazo natural que hacemos a lo incomprensible.

La niñez y la adolescencia son los tiempos de Salgari, Dumas o Verne, si es que se quiere despertar el amor a la lectura en esas edades primigenias del intelecto. Hay que desconocer el pensamiento juvenil para tratar de imponer en los programas ─¡aquellos que sufrí!─, La Eneida de Virgilio y la nada leíble Ilíada de Homero. No puede llegar a Shakespeare, en Macbeth, sin pasar por Roger Lancelyn Green, en Robin Hood.

Llene la niñez y la temprana adolescencia de El corsario negroLa Isla misteriosa y El conde de Montecristi, y habrá llenado la vida de pasión por la lectura. Con ella nacerá y vivirá para siempre el amor a los libros.

No se apuren los académicos, ya madurará la mente de ese pequeño; tiempo le sobrará para perder los irrecuperables, reponerse a esas heridas que dejan cicatrices imborrables en las grietas escondidas del alma y educan el pensamiento; ya llegará el tiempo en que podrá leer, sin rechazo, la Resurrección, de Tolstoi y Los miserables, de Víctor Hugo; ya amará al Quijote, y llegará el tiempo en que entenderá que El pequeño príncipe, de Exúpery, es algo más que un bonito cuento.



domingo, 1 de septiembre de 2024

La Cruz

La cúpula del Capitolio de La Habana tiene noventa y dos metros de altura y es la sexta mayor del mundo. Resulta visible desde gran parte de la ciudad. Es un gran referente para todos. De niño, con siete u ocho años, escapaba del hogar y me internaba por las calles de La Habana Vieja, rumbo a los muelles; cruzaba la bahía en la lancha de Casablanca; exploraba las plazas y las vetustas iglesias, con sus parques. Como era de esperar, a cada rato me perdía, y lo tomaba con mucha calma, porque todo se reducía a encontrar el Capitolio. A veces lo veía desde lugares elevados; cuando no lo lograba preguntaba a algún adulto serio, y este me indicaba. ¿Para qué lo hacía? Bueno..., desde el Capitolio sabía regresar a casa.

Avanzando la vida descubrí que hay un referente más importante que aquel Capitolio: es la Cruz; desde ella podría encontrar el rumbo todo de la vida. 

La gente, aun en la fe se pierde. Desde la experiencia del menosprecio, la traición, el trato mezquino, hay un punto en que se sienten disueltos los valores y se apaga el deseo mismo de vivir; se pierde el rumbo. En tales momentos la Cruz se levanta como el único referente. Allí se concentró todo el menosprecio del mundo; sobre ella fue reducido a agonía, despreciado y desechado, molido por el más desbordado odio, el Señor Jesús. Él llevó sobre sí el pecado del mundo y en su cruenta muerte nos trajo salvación y vida eterna. Es el Evangelio.

Miremos a la Cruz. El más grande de los hombres murió allí «para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga la vida eterna» (Jn. 3:16).