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viernes, 10 de diciembre de 2021

Viria Ríos de la Cruz. Doctora en Medicina

Hoy, 10 de diciembre de 2021, en la Sala-Teatro “Mariana Grajales” del Municipio 10 de octubre, en La Habana, Cuba, recibe nuestra bella hija, Viria Ríos de la Cruz, su título de Dra. en Medicina. Como padres nos sentimos felices por esta gran realización personal. Es este el alcance de una meta por el que luchó mucho tiempo, un sueño lejano alcanzado.

Ella fue fiel, y Dios le premió. De hecho, el Altísimo le trajo de la mano hasta aquí, de modo que es Suya la gloria de esta ardua y extensa jornada que abarcó seis años. Particularmente, en este 2021, enfrentó áreas de atención médica muy complejas, porque estuvo en el epicentro de la peor pandemia que haya azotado Cuba y el mundo en mucho tiempo. Con amor y dedicación sirvió a su pueblo en uno de los municipios más densamente poblados de todo el país, de modo que esta graduación es la corona no de un restrictivo esfuerzo de lectura, sino de un servicio abnegado. Este título es la distinción como presea, por los inacabables días en que arriesgó su vida atendiendo a un anciano o a un niño gravemente afectado.

Quedan atrás noches de desvelos, horas extensas de lecturas científicas y esfuerzos docentes a fin de completar el programa de la dificilísima carrera de Medicina. Queda por delante, ahora, la vida profesional. Como pusimos en las manos del Señor sus años estudiantiles ahora lo hacemos con los futuros años de trabajo. Rogamos al Rey del cielo que le permita crecer en extensión como canal de bendición; muchos logros adornen y desborden su futuro profesional; pueda calmar el dolor de mucha gente, y servir a todos aquellos que Dios le acerque, en la difícil misión de médico.

Bendecimos, como padres, su vida, especialmente, y la de todos sus compañeros de curso que, a su lado, sufrieron las privaciones propias del estudiante esforzado, las duras guardias, la atención de salas atestadas de gente necesitada y los exámenes repetidos, no siempre calificados con justicia.

Puedan todos tener en la vida las compensaciones que desea un médico en la sonrisa complacida de aquellos que sienten el alivio del dolor. Los bendiga cada paciente, los bendiga su pueblo, los bendiga Dios.

Muchas felicidades, Virita, querida hija. Muchas felicidades, muchachos. Adelante con fe, honor y amor. Dios me los guarde siempre.

“Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (I Ti. 1: 17).

 

Con amor,

 

Rev. Dr. Octavio Ríos Verdecia. Doctor en Medicina. Especialista en Medicina Interna y Cuidados Intensivos. Ministro Ordenado de las Asambleas de Dios.

Revda. Dra. Elízabeth de la Cruz Legrá. Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Especialista en Superación Técnico y Profesional. Ministro Ordenado de las Asambleas de Dios.



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