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viernes, 3 de marzo de 2017

La inviabilidad del Marxismo

El Marxismo, como filosofía y sistema político-económico, propone una crítica al capitalismo y aspira a una sociedad sin clases basada en la propiedad colectiva de los medios de producción. Es raro ver qué todavía se enarbole su bandera, porque el Marxismo que muchos sintieron completado en el Leninismo y lo integraron al nombre como Marxismo-Leninismo tiene cuatro problemas:


1. Visión reduccionista del ser humano: El marxismo enfatiza demasiado en los aspectos materiales y económicos de la vida, reduciendo la complejidad humana a una lucha de clases y dejando de lado valores tan significativos como la libertad individual o la espiritualidad.


2. Resultados históricos: Si bien las ideas de Marx fueron teóricas, su aplicación práctica en los regímenes comunistas de Europa del este o Corea del Norte generó un mar de represión y una asfixiante falta de libertades. Los problemas económicos que trajo su aplicación fueron siempre mayores que los que pretendió resolver. Esto definió con creces su inviabilidad.


3. Para los que defienden la libertad individual, la democracia pluralista o la propiedad privada, el Marxismo es el fin de todas las esperanzas.


4. El análisis de Marx no se aplica al contexto actual. Las sociedades modernas son incomparablemente más complejas, con un capitalismo globalizado y una creciente clase media que no encaja de ningún modo en el esquema de la lucha de clases.


El marxismo hizo contribuciones críticas al análisis social y económico, pero su sueño del paraíso de los trabajadores no se verificó para nada. En ninguno de los países en que se practicó hubo una auténtica dictadura del proletariado; los tales fueron gobernados con mano de hierro por una burocracia comunista militarizada, completamente enajenada de los trabajadores.

El Marxismo, en ninguna de sus expresiones, puede sostenerse frente a una visión pragmática, una convicción ética o una amplia comprensión económica y filosófica.




jueves, 2 de marzo de 2017

Por los caminos de aquel exiliado que se llamó Antonio Machado

«Españolito que vienes

al mundo, te guarde Dios.

Una de las dos Españas

ha de helarte el corazón» (1).

 

Cubanito que vienes

al mundo, te guarde Dios.

Una de las dos Cubas

ha de helarte el corazón.

  

 

__________

 

 

(1) Antonio Machado. Proverbios y cantares. LIII.



miércoles, 1 de marzo de 2017

Acerca del trascendentalismo

El trascendentalismo fue todo un ataque a la iglesia. Como movimiento filosófico, político y literario parecía acercar al hombre común a Dios, enfatizando la idea de la presencia del Creador vivo en cada persona, y en todo lo que le rodea, pero tenía el peligro de presentar como innecesarias las estructuras eclesiásticas en cuanto a orden o jerarquías, y aun los mismos milagros. Desterraba a un rincón, por ende, el papel de la Iglesia.

El trascendentalismo nació en los Estados Unidos en la década de 1830 como una reforma dentro del unitarismo. Buscaba extender el pensamiento de William Ellery Channing sobre el Dios interior y la significación del pensamiento intuitivo. Promovía una forma intelectual de misticismo y no escondía cierto interés por las religiones orientales. Se le asocia siempre con el panteísmo por sus creencias acerca de Dios, toda vez que se basó en un monismo que sostenía la unidad del mundo y de Dios (inmanencia divina). El trascendentalismo está también vinculado con el individualismo y el liberalismo. Tuvo grandes representantes en Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau, Walt Whitman, Margaret Fuller, Amos Bronson Alcott y Louisa May Alcott (1).

El trascendentalismo no imitó al unitarismo en cuanto a organizarse como iglesia, pero ejerció gran influencia en importantes sectores religiosos, filosóficos y en el pensamiento estadounidense del siglo XIX (2). El unitarismo, del cual nació el trascendentalismo, existía unido al universalismo. Este último supone la doctrina según la cual todos han de salvarse. Fue introducido en los Estados Unidos, poco antes de la independencia, por metodistas ingleses que se habían convencido de que la doctrina de la eterna perdición de algunos, negaba el amor de Dios. A la postre, los unitarios y los universalistas se unieron. Fue principalmente entre unitarios que surgió el movimiento de los trascendentalistas, que subrayaban la capacidad del individuo de conocerse a sí mismo, como medio para entender el universo y su propósito (3).

El trascendentalismo, el unitarismo y el universalismo, como movimientos en la historia deben ser conocidos por el estudioso bíblico, pero teniéndose siempre presente que están muy alejados de la ortodoxia bíblica. Cristo fundó la Iglesia. Ella es su cuerpo, y el cristiano está diseñado para vivir y crecer dentro de ella. Las doctrinas de los movimientos mencionados están cargadas de subjetivismo y menoscaban el valor e importancia de la Palabra de Dios. 


¡Oh, cuánto amo yo tu ley!

Todo el día es ella mi meditación.

Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,

Porque siempre están conmigo.

Más que todos mis enseñadores he entendido,

Porque tus testimonios son mi meditación.

Más que los viejos he entendido,

Porque he guardado tus mandamientos;

De todo mal camino contuve mis pies,

Para guardar tu palabra.

No me aparté de tus juicios,

Porque tú me enseñaste.

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!

Más que la miel a mi boca.

De tus mandamientos he adquirido inteligencia;

Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

Lámpara es a mis pies tu palabra,

Y lumbrera a mi camino. 


Salmo 119: 97-105.

 

 

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(1) Russell Goodman. «Transcendentalism». En Edward N. Zalta, ed. Stanford Encyclopedia of Philosophy (en inglés) (Spring 2009).

(2) M. A. Ramos. Nuevo diccionario de religiones denominaciones y sectas. Biblioteca digital Libronix 3.0C, CD.

(3) J. L. González, Historia del cristianismo. Tomo II. Biblioteca digital Libronix 3.0C, CD.